Cuando un negocio ha invertido en un lavavajillas industrial, el siguiente paso es su correcto mantenimiento, ya que no solo garantiza un rendimiento óptimo y una higiene impecable, sino que también prolonga su vida útil, evitando costosas reparaciones o reemplazos prematuros. A continuación, se detallan las prácticas esenciales para cuidar tu equipo:
1. Limpieza diaria: la base de un buen funcionamiento
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Retira restos de comida: Antes de introducir la vajilla, elimina los residuos sólidos para evitar obstrucciones en los filtros y brazos rociadores.
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Limpia los filtros: Al finalizar la jornada, extrae y enjuaga los filtros bajo el grifo para eliminar partículas acumuladas.
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Vacía y limpia la cuba: Drena el agua residual y limpia el interior de la máquina con un paño húmedo y detergente neutro, evitando productos abrasivos.
2. Mantenimiento semanal: prevención de acumulaciones
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Desmonta y limpia los brazos de lavado: Revisa que las boquillas no estén obstruidas por cal o residuos. Si es necesario, utiliza un cepillo suave para limpiarlas.
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Verifica los niveles de detergente y abrillantador: Asegúrate de que los depósitos estén llenos y que los dosificadores funcionen correctamente.
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Inspecciona las juntas y gomas: Limpia las juntas de la puerta con un paño húmedo para evitar la acumulación de suciedad y asegurar un cierre hermético.
3. Descalcificación periódica: combate la dureza del agua
La acumulación de cal es uno de los principales enemigos de los lavavajillas industriales. Para prevenirla:
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Utiliza productos descalcificadores: Sigue las recomendaciones del fabricante para realizar ciclos de descalcificación, especialmente si el agua en tu zona es dura.
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Instala un descalcificador: Considera la instalación de un sistema de ablandamiento de agua para proteger los componentes internos del equipo.
4. Revisión mensual: asegurando el rendimiento
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Ejecuta un ciclo de limpieza vacío: Realiza un lavado sin carga utilizando un limpiador especializado o vinagre blanco para eliminar grasa y residuos internos.
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Revisa los brazos rociadores y boquillas: Asegúrate de que el agua fluya correctamente y que no haya obstrucciones.
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Inspecciona el estado general del equipo: Verifica que no haya fugas, ruidos inusuales o piezas desgastadas.
5. Mantenimiento anual: prolonga la vida útil
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Servicio técnico profesional: Programa una revisión anual con un técnico especializado para inspeccionar y calibrar el equipo, asegurando su óptimo funcionamiento.
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Actualización de software: Si tu lavavajillas cuenta con sistemas electrónicos, verifica que el software esté actualizado para aprovechar las últimas mejoras en eficiencia y seguridad.
El mantenimiento regular de tu lavavajillas industrial es garantía de su eficiencia, higiene y durabilidad. Implementando estas prácticas proteges tu inversión y aseguras la continuidad operativa de tu negocio gastronómico.
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